Tras la representación teatral del pasado Martes 13 ante los
objetivos de las cámaras que inmortalizaban la firma del nuevo Plan Industrial
perpetrado por el Comando COMVI (UGT, CC.OO, CCP y Empresa), sentenciando
derechos que tanto costó conseguir, ayer tocó salir a escena a los que
faltaban: Los políticos.
Igualito que hace 3 años. Esa piara de estafadores “demócratas” semianalfabetos,
los mismos que mandaban antes pero con otras caras, subidos ahora al carro del
Estado de Derecho para seguir manteniendo sus privilegios (y su bota sobre
nuestras cabezas), encabezados por un Presidente del Gobierno cobarde y
mentiroso, babeando todos ellos al unísono cuando escuchan la cifra de 1.300
empleos, sin preguntarse en ningún momento dónde está la letra pequeña. Una
medalla más para todos ellos, una cifra optimista que les permita disimular la
situación dramática que atraviesa la población del país que ellos dirigen, pero
hacia la ruina.
Unas horas antes, el Presidente Director General de Renault España
S.A., se reunía con el Comité Intercentros para deshacerse en halagos ante los
firmantes. A CGT nos tenía reservada
una serie de reproches que fueron debidamente contestados. El planteamiento
inicial de la negociación lo presentó ese señor y CGT hemos actuado en consecuencia. Si el resto de organizaciones
han olvidado porqué están ahí, es su problema. La intervención de ese
Presidente fue totalmente desacertada y no exenta de cierta chulería, como le
hicimos saber. La CGT estamos en esa mesa porque nos ha votado
el 22% de la plantilla de Renault, y a él no le ha votado ningún trabajador.
Ese es un aval moral para hablar, negociar y proponer, algo que él nunca
tendrá.
En su intervención desmintió la información que ha dado CC.OO a
los medios de comunicación sobre los 10 años más de vida que ha conseguido la
empresa con el acuerdo: “Es aventurarse mucho”. Vamos, que cualquier día nos vuelven
a llamar.
También recomendó a ese sindicato lo que tenía que decir ante los
medios de comunicación.
Los sindicatos firmantes no han querido hacer caso a esa bola de
cristal que dicen que tenemos los que no tragamos con esto. Esa bolita mágica
que nos susurró que el plan industrial estaba adjudicado desde hace tiempo. El
oráculo nos dijo también que la visita del ultraderechista Rajoy no se prepara
en dos días, con el despliegue que ello conlleva y lo apretado de la agenda de
esa gente con tanta sesión fotográfica.
Han sido cómplices perfectos de todo este montaje, siguen, dentro y
fuera de la fábrica, alimentando una paz social que tenía que haber reventado
hace tiempo. Algunos de ellos más prudentes que otros, cierto, pero de estos
últimos hablaremos otro día.
22 de Noviembre de 2012
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