Ayer,
día 18, se celebró la segunda reunión sobre la negociación del ERE para
carrocería-montaje, convocada por la empresa bajo ultimátum. En tan solo 6 días
desde el inicio de la negociación la empresa había decidido FINALIZAR el
periodo de consultas en esa segunda reunión, cuando se pueden utilizar un
máximo de 15 días para, entre otras cosas, buscar alternativas a lo que se
propone de inicio. En estas dos reuniones se ha representado un paripé
encaminado a justificar la medida que la empresa ha decidido adoptar.
En
esta reunión, CGT, consciente de los
malos momentos por los que atraviesa el sector, presentamos una serie de
alternativas para esquivar el ERE, con el objetivo de evitar más sacrificios
por parte de los trabajadores ante una situación que no hemos provocado.
·
Reducción
de los ritmos de trabajo.
·
Reparto
del trabajo, reforzando las factorías donde hay una mayor actividad.
·
Eliminación
total de las horas extraordinarias en todas las factorías.
·
Que
el 100% de las horas de formación se realicen en horas de trabajo. Esto supone,
además de un ahorro económico importante, la ocupación de horas de trabajo de
baja actividad, encaminándolas al desarrollo profesional del trabajador.
·
Una
mejor planificación por parte de la empresa sobre el tipo de actividad a
desarrollar entre el final de vida de un vehículo y la puesta en marcha de uno
nuevo.
La
respuesta inmediata de la empresa fue el rechazo absoluto a todas las medidas
planteadas por CGT. Desde esta organización
recomendamos a la empresa que tuviese al menos el decoro de solicitar un receso
para reflexionar sobre nuestras alternativas, y nos diese una respuesta
definitiva. La empresa solicitó el receso y a su regreso se ratificó en su
decisión. Su objetivo estaba claro: El ERE.
UGT,
CC.OO y CCP, escudándose en la gloriosa victoria de conseguir complementar las
prestaciones hasta un 85% del salario (algo que ya figura en el convenio que
ellos mismos firmaron), y en la conquista del anticipo de las prestaciones
durante un periodo de 3 meses, firmaron el acuerdo. CGT decidió no hacerlo.
Hemos
dado alternativas para poder salir del bache sin que seamos los trabajadores
los que tengamos que pagar, bien con nuestro paro, o bien de otras maneras, una
crisis que no hemos provocado. Hay alternativas, y las hemos expuesto. No somos nosotros los que dicen siempre NO
a todo, sino la empresa y quienes la apoyan. Si ellos quieren seguir
colaborando con el saqueo de las arcas públicas, ante la complicidad de una
administración traidora por naturaleza, con nosotros que no cuenten.
CGT no presentará ningún informe de oposición ante la
administración, puesto que es esta la que ha permitido que las empresas no
necesiten el visto bueno de la autoridad laboral para aprobar los EREs.
Estudiaremos ir directamente al juzgado.